Rigoberta Menchú una verdadera luchadora

José Roberto Rincón

Líder indígena Rigoberta Menchú de origen guatemalteco recibió el premio Nobel de la Paz en 1992 y el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1998. Ella es miembro del grupo maya quiché y se ha destacado por ser una ferviente defensora de los derechos humanos.

Después de haber presenciado el asesinato de su hermano por parte de terratenientes que querían apoderarse de tierras indígenas, Rigoberta pasó a ser militante del Comité de Unidad Campesina (CUC) en una época en la que el gobierno de Guatemala estaba persiguiendo a la población que fuese parte de la oposición. Tiempo después su padre falleció quemado en la embajada de España en su país de origen donde se había encerrado junto con otras personas para protestar por la situación de los indígenas. Su madre, por otro lado, muere asesinada por grupos paramilitares.

Para escapar de la represión tuvo que exiliarse en México desde donde escribió su autobiografía, con ésta logró recorrer el mundo y hacerse escuchar hasta lograr llegar a las Naciones Unidas, organismo que luego la nombraría Embajadora de la Paz. Su compromiso con la defensa de los derechos humanos está vigente y sigue trabajando arduamente a través de la Fundación Rigoberta Menchú Tum.